El fenómeno de ‘El Niño’, además de pasarle la cuenta de cobro a los embalses del país, los cuales iniciaron el mes de febrero en un 51% de su capacidad, de pasó llevó a que las importaciones de gas natural se incrementaran en los dos primeros meses del año.

La principal razón por la cual se ha registrado este aumento del volumen en el ingreso del citado combustible al país radica en que las térmicas han entrado a respaldar la oferta de energía que dejaron de generar las centrales hidroeléctricas al Sistema Interconectado Nacional (SIN) por el evento climático.

Registros de la comercializadora Calamarí, empresa que importa el gas natural a través de la planta regasificadora de Barú, indican que en los dos primeros meses del año han entrado al país más de 127.000 metros cúbicos del combustible en forma líquida.

Este volumen llama la atención si se tiene en cuenta que es el 23% del total de Gas Natural Licuado (GNL) que ingresó al país en la operación de la regasificadora en el 2018, y que fueron poco más de 553.000 metros cúbicos.

“La planta de regasificación ha recibido dos buques metaneros con aproximadamente 127.000 metros cúbicos de Gas Natural Licuado (GNL) y ha operado durante 34 días, lo cual ratifica que la terminal es el respaldo que requería el país para garantizar la generación de energía eléctrica”, señaló un vocero de la Sociedad Portuaria El Cayao (Spec).

En el 2018, a través de la planta de regasificación de Barú, el país recibió siete cargamentos de GNL y prestó servicios durante 232 días. Asimismo, se entregaron en total 10.352 millones de pies cubicos de gas natural al Sistema Nacional de Transporte (STN).

“Este aumento en la importación en lo que va del año responde a las necesidades de los clientes del Caribe, que buscan un combustible más competitivo y eficiente para la generación de energía”, señaló Orlando Cabrales Segovia, presidente de la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas).

Por su parte, Alejandro Castañeda, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), resaltó que hoy el parque térmico participa con casi el 50% de la oferta de energía gracias a que la regasificadora de Barú, cuya capacidad de 400 millones de pies cúbicos está ofreciendo un respaldo para atender la necesidad de generar 1.800 megavatios (Mw), desde las plantas de Termocandelaria, Termoflores y Termobarranquilla.

“Este complejo garantiza la tranquilidad porque existe el remanente con buenos excedentes de gas natural para la operación de las citadas térmicas”,dijo el director ejecutivo de Andeg.

El parque térmico del país tiene una capacidad instalada próxima a los 5.000 megavatios (Mw), de los cuales el 25% son complejos con base en carbón, el 60% con gas natural y el 15% con combustibles líquidos. Sin embargo, este 75% puede operar de forma dual, es decir, utilizando alguno de estos dos combustibles.

Así mismo, la comercializadora Calamarí, para ofrecer un respaldo en el suministro de GNL, celebró un contrato con la proveedora Sabine Pass, planta regasificadora para la exportación de GNL, ubicada en la costa del Golfo de México en EE. UU., para garantizar la oferta a las térmicas.

“El convenio que se firmó comenzó el pasado 1 de enero y va hasta el 30 de junio. Se adquirieron 180.000 metros cúbicos de GNL ejecutables y, por si se recrudece el fenómeno de ‘El Niño’, también se tienen otros 155.000 metros cúbicos opcionales”, explicó Alfredo Chamat, gerente general de Calamarí GNL. Dejó en claro, que este último remanente podría utilizarse en marzo, cuando podría recrudecerse el fenómeno de ‘El Niño’. 

Fuente: Portafolio